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Refugiados comienzan una nueva vida con el apoyo del Novotel Itu

Brasil es uno de los principales destinos de los venezolanos que emigran para otros países en busca de trabajo y de mejores condiciones para vivir, debido a la realidad política, social y económica de Venezuela. Y algunos de esos refugiados están teniendo la oportunidad de recomenzar sus vidas en tierras brasileñas con el apoyo del Novotel Itu Golf & Resorts.

Desde inicios del año, la unidad está empeñada en contratar a personas en situación de refugio para su cuadro de colaboradores. Hasta el momento, 15 venezolanos y dos haitianos están trabajando en el hotel en las áreas de Gobernanza, Cocina, Restaurante y Mantenimiento. “A pesar de no tener experiencia anterior, ellos son muy dispuestos a aprender y bastante agradecidos por la oportunidad de trabajo que están teniendo, pues es por medio del trabajo que están reconstruyendo la vida y proporcionando nuevas perspectivas a sus familiares”, explica Kauana Miranda, coordinadora de Talento y Cultura de la unidad.

Cuando surgió la idea de ofrecer trabajo para los refugiados, Kauana se reunió con colaboradores de unidades de São Paulo que ya son referencia en esa modalidad de contratación. Después de hacer contacto con mucha gente para saber cómo colocar en práctica la iniciativa, llegó hasta Alba, una refugiada venezolana, que vive en la ciudad de Campinas, y que es una de las organizadoras del Centro de Refugiados de Roraima – estado que hace frontera con Venezuela y es la puerta de entrada de los venezolanos para Brasil.

“Alba fue la pieza llave para el desarrollo de ideas, objetivos y necesidades. Nos ayudó haciendo la preselección de los interesados en venir a trabajar a Itu, dio apoyo durante las entrevistas que hicimos vía WhatsApp con los candidatos y consiguió alianza con una compañía aérea que donó los pasajes para que los seleccionados vinieran a Campinas”, cuenta Kauana.

Otros aliados también abrazaron la causa del hotel y se dispusieron a facilitar la acogida de los refugiados en el interior de São Paulo. El alojamiento fue ofrecido por la ONG Crescimento Limpo, que trabaja con la reintegración de personas en situación de calle y dependientes químicos. Fueron donados alimentos y ropas por la ONG Fraternidade sem Fronteiras, que ampara a niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad o riesgo social. De acuerdo con Kauana, la mayoría de los refugiados aún vive en la ONG, aunque algunos ya consiguieron alquilar un inmueble con el salario que reciben.

Y tan bueno como esa acogida que los refugiados encontraron en la ciudad fue el apoyo y la recepción que ellos tuvieron de los cerca de 200 colaboradores del Novotel Itu, que fueron comunicados sobre la venida de los nuevos colaboradores durante una reunión general y quedaron ansiosos por la llegada.

“La energía de los venezolanos nos contagió a todos. Percibimos que los colaboradores están más unidos y pasaron a valorizar aún más el trabajo que tienen. La proximidad con los refugiados abrió la mirada de muchos para la realidad del ‘mundo ahí afuera’. Estamos felices con los resultados que estamos cosechando y nuestro deseo es continuar ofreciendo nuevas oportunidades para esas personas que precisan recomenzar sus vidas”, finaliza Kauana.

 

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