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Cómo lidiar con personas con deficiencia

Aprendimos mucho con los atletas paralímpicos en las últimas semanas, que dieron ejemplos de fuerza de voluntad y superación durante los Juegos Paralímpicos Rio 2016. Saber relacionarse con personas con deficiencia en el día a día es esencial, pues solamente por medio del respeto y de la educación es posible promover la inclusión social de todos. Conozca algunas orientaciones.

Cómo llamar

  • Prefiera usar el término mundialmente aceptado “persona con deficiencia (física, auditiva, visual o intelectual)”.
  • Los términos “ciego” y “sordo” pueden ser utilizados.
  • Jamás use términos peyorativos o despreciativos como “deficiente”, “tullido”, “inválido”, “mogólico”, “excepcional”, “retardado”, “incapaz”, “defectuoso”, etc.

Personas con deficiencia física

  • Para una persona sentada es incómodo estar mirando hacia arriba por mucho tiempo. Por lo tanto, al conversar por más tiempo con una persona que usa silla de ruedas, si fuera posible, recuerde sentarse, para que usted y ella queden con los ojos en el mismo nivel.
  • La silla de ruedas (así como bastones y muletas) es parte del espacio corporal de la persona, casi una extensión de su cuerpo. Apoyarse en ella es tan desagradable como hacerlo en una silla común en donde una persona está sentada.
  • Al empujar a una persona en silla de ruedas, hágalo con cuidado.
  • Si cree que ella está en dificultades, ofrezca ayuda y, en caso que sea aceptada, pregunte cómo debe proceder. Las personas tienen sus técnicas individuales para subir escaleras, por ejemplo y, a veces, una tentativa de ayuda inadecuada puede hasta molestar.
  • Si presencia una caída de una persona con deficiencia, ofrézcase inmediatamente para ayudarla. Pero nunca actúe sin antes preguntar si y cómo debe ayudarla.
  • No se prohíba de usar términos como “andar” y “correr”. Las personas con deficiencia física emplean naturalmente esas mismas palabras.

Personas con deficiencia visual

  • No siempre las personas con deficiencia visual precisan ayuda. Si encuentra a alguien que parezca estar con dificultades, identifíquese, hágala percibir que usted está hablando con ella y ofrézcale su ayuda.
  • Nunca ayude sin preguntar cómo hacerlo. En caso que su ayuda como guía sea aceptada, coloque la mano de la persona en su codo doblado. Ella acompañará el movimiento de su cuerpo mientras usted va caminando.
  • Avise con antecedencia sobre la existencia de peldaños, pisos resbaladizos, agujeros y otros obstáculos durante el trayecto.
  • Al explicar direcciones, sea lo más claro y específico posible; preferentemente, indique las distancias en metros (“unos veinte metros hacia adelante”, por ejemplo). Cuando vaya a alejarse, avise siempre.
  • No se debe jugar con un perro guía, pues él tiene la responsabilidad de guiar al dueño que no ve y no debe ser distraído de esa función.
  • Siéntase a gusto para usar palabras como “vea” y “mire”, pues las personas con deficiencia visual las emplean con naturalidad.

Personas con parálisis cerebral

  • La parálisis cerebral es fruto de la lesión cerebral ocasionada antes, durante o después del nacimiento, causando desorden sobre los controles de los músculos del cuerpo. La persona no es un niño, ni es portadora de enfermedad grave o contagiosa.
  • Trátela con la misma consideración y respeto que usted usa con las demás personas.
  • No se intimide, trátela con naturalidad y respete su ritmo, porque en general esas personas son más lentas. Tenga paciencia al oírla, pues la mayoría tiene dificultad en el habla. Hay personas que confunden esta dificultad y el ritmo lento con deficiencia intelectual.

Personas con deficiencia auditiva

  • Al hablar con una persona sorda, hágale señas o toque levemente su brazo, para que ella vuelva su atención hacia usted. Posiciónese de frente hacia ella, dejando la boca visible de forma que posibilite la lectura labial. Evite hacer gestos bruscos o tener objetos frente a la boca. Hable de manera clara, pronunciando bien las palabras, pero sin exagerar. Use su velocidad normal, a no ser que le pidan para hablar más despacio.
  • Al hablar con una persona sorda, trate de no estar a contraluz, y sí en un lugar iluminado.
  • Sea expresivo, pues las personas sordas no pueden oír cambios sutiles de tono de voz que indican sentimientos de alegría, tristeza, sarcasmo o seriedad, y las expresiones faciales, los gestos y el movimiento de su cuerpo son excelentes indicaciones de lo que usted quiere decir.
  • Mientras esté conversando, mantenga siempre contacto visual. Si usted desvía la mirada, la persona sorda puede creer que la conversación terminó.
  • No siempre la persona sorda tiene una buena dicción. Si tuviera dificultad para comprender lo que ella está diciendo, no se cohíba y pida para que repita. Generalmente, ellas no se molestan en repetir cuantas veces sea preciso para que sean entendidas. Si fuere necesario, comuníquese por medio de esquelas. Lo importante es comunicarse.
  • Aunque la persona sorda esté acompañada de un intérprete, diríjase a ella, y no al intérprete.

Personas con deficiencia intelectual

  • Usted debe actuar naturalmente al dirigirse a una persona con deficiencia intelectual.
  • Trátela con respeto y consideración. Si fuera un niño, trátela como a un niño. Si fuera adolescente, trátela como adolescente, y si fuera una persona adulta, trátela como tal.
  • No la ignore. Salúdela y despídase de ella normalmente, como lo haría con cualquier persona.
  • Dele atención, converse y verá cómo puede ser divertido. Sea natural, diga palabras amistosas.
  • No sobreproteja a la persona con deficiencia intelectual. Deje que ella haga o trate de hacer sola todo lo que pueda. Ayude sólo cuando sea realmente necesario.
  • No subestime su inteligencia. Las personas con deficiencia intelectual llevan más tiempo para aprender, pero pueden adquirir muchas habilidades intelectuales y sociales.

Fuente: http://www2.camara.leg.br/responsabilidade-social

 

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